Imagine el lector una situación como esta: Supongamos una sociedad en la que todos los niños, o al menos la gran mayoría, crean en Papá Noel (Santa Claus, en inglés). Supongamos que a todos los niños se les ha enseñado siempre que Papá Noel aparece todas las navidades y se encarga de llevar regalos a todos los niños. Hasta acá, he descrito lo que sucede casi exactamente en la vida real. Pero ahora supongamos algo adicional que cambiaría todo el panorama: supongamos que no solo los niños creen en Papá Noel, sino que los adultos creen en él también. Y no solo unas cuantas personas adultas, sino la gran mayoría. Es decir, en esta hipotética sociedad, el proceso de “descreimiento” en papá Noel, al llegar a la pubertad o quizás antes, simplemente nunca se dio.
Dada esta sociedad, supongamos que existen unas cuantas personas, de pensamiento más crítico, que se han dado cuenta por diversas razones que papá Noel no existe; que solo es parte de la ficción y de la mitología popular.
Estas personas serían entonces agnósticos con respecto a Papá Noel. Y sucede que una persona promedio, en una conversación con algún agnóstico de Papá Noel, le diga lo siguiente:
“¿Cómo puedes decir que Papá Noel no existe? ¿No ves que si les dices eso a las personas destruirás su mundo feliz? Simplemente, no creo que la gran mayoría de personas pueda aceptar que Papá Noel no exista. Entonces ya nada tendría sentido porque las esperanzas de felicidad y de recompensas por lo hecho durante el año se desvanecerían.”
A lo que el agnóstico de Papá Noel, replicaría:
“Creo que tenemos el deber moral de investigar acerca de la existencia de Papá Noel, ya que creer en un ser que no existe no puede tener ningún beneficio. Lo único que se lograría con ello es engañarse durante un tiempo, y distraer la mente de la realidad. Perseguir los sueños y deseos y pretender que sean realidad es algo que solo puede ser cierto si se trata de alcanzar esfuerzos personales, metas y objetivos trazados por uno mismo. De lo contrario, viviríamos en una constante ficción. ¿Es que la gente no se da cuenta de que los regalos que aparecen en las casas son puestos ahí por otras personas? Es posible que haya gente que lucra inmensamente haciéndole creer a todos que existe papá Noel, implantando pequeños regalos en las casas y trabajando las mentes de las masas para mantener el mito vivo eternamente.”
Después de esto, notamos que en esta sociedad hipotética hay creyentes en Papá Noel y gente que no cree en la existencia de Papá Noel.
Ahora, estimado lector, hagamos un interesante ejercicio: Reemplacemos a papá Noel por Dios, los regalos por los “milagros”, los creyentes en Papá Noel por los teístas y los no creyentes en papá Noel por los ateos.
¿No se parecen en demasía Dios y Papá Noel? ¿No es injusto tratarlos diferente cuando ambos son seres mitológicos salidos de tradiciones populares y sincréticas? Tal parece que existe una especie de ceguera masiva: la gente ve normal y sensato no creer en Papá Noel, o al menos creer en él solo durante la infancia, mientras que en lo que respecta a Dios, muchísima gente aún se mantiene en su primera infancia.
Dada esta sociedad, supongamos que existen unas cuantas personas, de pensamiento más crítico, que se han dado cuenta por diversas razones que papá Noel no existe; que solo es parte de la ficción y de la mitología popular.
Estas personas serían entonces agnósticos con respecto a Papá Noel. Y sucede que una persona promedio, en una conversación con algún agnóstico de Papá Noel, le diga lo siguiente:
“¿Cómo puedes decir que Papá Noel no existe? ¿No ves que si les dices eso a las personas destruirás su mundo feliz? Simplemente, no creo que la gran mayoría de personas pueda aceptar que Papá Noel no exista. Entonces ya nada tendría sentido porque las esperanzas de felicidad y de recompensas por lo hecho durante el año se desvanecerían.”
A lo que el agnóstico de Papá Noel, replicaría:
“Creo que tenemos el deber moral de investigar acerca de la existencia de Papá Noel, ya que creer en un ser que no existe no puede tener ningún beneficio. Lo único que se lograría con ello es engañarse durante un tiempo, y distraer la mente de la realidad. Perseguir los sueños y deseos y pretender que sean realidad es algo que solo puede ser cierto si se trata de alcanzar esfuerzos personales, metas y objetivos trazados por uno mismo. De lo contrario, viviríamos en una constante ficción. ¿Es que la gente no se da cuenta de que los regalos que aparecen en las casas son puestos ahí por otras personas? Es posible que haya gente que lucra inmensamente haciéndole creer a todos que existe papá Noel, implantando pequeños regalos en las casas y trabajando las mentes de las masas para mantener el mito vivo eternamente.”
Después de esto, notamos que en esta sociedad hipotética hay creyentes en Papá Noel y gente que no cree en la existencia de Papá Noel.
Ahora, estimado lector, hagamos un interesante ejercicio: Reemplacemos a papá Noel por Dios, los regalos por los “milagros”, los creyentes en Papá Noel por los teístas y los no creyentes en papá Noel por los ateos.
¿No se parecen en demasía Dios y Papá Noel? ¿No es injusto tratarlos diferente cuando ambos son seres mitológicos salidos de tradiciones populares y sincréticas? Tal parece que existe una especie de ceguera masiva: la gente ve normal y sensato no creer en Papá Noel, o al menos creer en él solo durante la infancia, mientras que en lo que respecta a Dios, muchísima gente aún se mantiene en su primera infancia.
10 comentarios:
Excelente.No cabe duda alguna que dios es el amigo invisible de los adultos,y uno no entiende cómo puede ser que la fantasía en un adulto supere tanto al raciocinio.En los niños obviamente se justifica,pero en una persona grande...sólo que los humanos inventaron sus dioses a lo largo de la historia para escapar de su terror a su finitud,a la muerte,a la idea de no ser eternos...y por supuest,justificar la injustcia y la pobreza,ya que los pobres son los primeros que "heredarán el reino de dios"...
Lo lamentable es que si bien la ida de papa noel es bastante inofensiva a mi entender para los niños,inculcvarles a dios desde chiquitos es sumamente perjudicial,no sé bien cual es la diferencia pero creo que si bien la idea de papa noel se supera,el niño cuyando llega a adulto no puede superar la idea de dios...y esa es una de las mejores formas para traumar a un niño...es lamentable
Y si te das cuenta, la única diferencia entre ambos es que la gente cree en la existencia de uno pero no en la del otro. Esta simple diferencia es la que hace que la gente sufra o les cueste dejar a Dios, más no a Papá Noel. Pero lo curioso es que si fuera al revés, o si al menos Papá Noel también tuviera como característica ser un personaje en el que todos crean, te aseguro que mucha gente sufriría y le costaría dejar de lado o dejar de creer en él.
Saludos.
claramente la tipica falsa analogia, "creer en algo que no existe es lo mismo que creer en Dios" yo me pregunto porque cuando nos hacemos grande seguimos creyendo en Dios pero no en papa noel... ¿Si son tan iguales no tendriamos que seguir creyendo en papa noel? es facil porque cuando llegas a la etapa de la "Razon" sometes todo a la razon. Pero porque hay tanta gente inteligente que cree en Dios, filosofos, cientificos.... es mas yo creo que en todas las ramas de saber hay mas creyente que ateos... en el mundo hay mas creyente que ateos... ¿Sera que los unicos que razonan son los ateos? el sistema ateo, tiene grietas por todos lados, no puede justificar ni la libertad, ni puede explicar la existencia de la materia, ni puede dar un fundamento moral que no sea relativo y subjetivo, no puede explicar de donde saca el sentido de la vida "racionalmente", no pueden demostrar que es mejor para el hombre ser ateo que ser creyente, etc.
EL ateismo RACIONAL termina en el nihilismo, por eso callo y por mas que aya algunos fanaticos qu intentan resucitarlo (como dawkins que no es filosofo y sin embargo se pone a filosofar pensando que hace ciencia).
Bueno amigo "anónimo", primeramente yo no he dicho que "creer en algo que no existe es lo mismo que creer en Dios", porque claramente no es lo mismo.
Resulta que hay muchas razones por las que la gente deja de creer en papá Noel pero no en Dios, y esas razones tienen que ver con la espiritualidad, el temor a lo desconocido, el temor a la muerte, el deseo de aferro a algo, etc. Dios como personaje todopoderoso puede proveer eso, mientras que el papel de Papá Noel es diferente. En lo que sí se parecen es que ambos son productos de creencias y ambos carecen de pruebas de su existencia. Ambos provienen de leyendas y mitos populares, y ambos han ido cambiando a lo largo de la historia, ya que las ideas y personajes míticos tienden a hacerlo debido al sincretismo.
Si te das cuenta basta que en tu niñez hayas escuchado que los adultos ya no creen en Papá Noel para tu también dejar de creer en él; no hay problemas mayores al respecto. Sin embargo, como en tu misma niñez ves que todos los adultos creen en Dios, entonces a un niño le parece totalmente razonable creer en Dios también. Y ojo que no siempre la creencia de las masas corresponde a la realidad.
No dudo que haya gente muy inteligente que crea en Dios. Negar eso sería una necedad y una gran mentira. Sin embargo, disiento contigo en cuanto a que hay grietas en el ateísmo. Más bien las grietas y contradicciones están del lado del teísmo. Es por esa razón que muchos creyentes se vuelven ateos después de analizar las ideas religiosas y aprender más de filosofía, ciencia y biología.
Aparte, que yo sepa, la única explicación de los creyentes para todo lo que has mencionado y para todo lo que la ciencia aún no ha logrado develar es: "Es obra de Dios". Sin embargo esa es una explicación que no explica nada; es una respuesta simple y facilista. Es una respuesta conformista, y si realmente existiera una deidad bondadosa y todopoderosa, supongo que no querría eso, ¿no crees?
Con respecto a la moral, voy a decir algo muy breve: la moral es un conjunto de códigos que permiten una vida tranquila y mejor para una sociedad en especial; es decir más beneficio y menos perjuicio para todos. Sin embargo, la moral es producto del comportamiento humano y de miles o cientos de miles de años de adaptaciones comportamentales. La moral se explica por una "etología humana", y no mediante alguna divinidad.
Y si hablas de demostraciones, deseo que algún creyente demuestre objetivamente algo de lo que cree. Si es así, estaría gustoso en prestarle atención a dichas pruebas.
En la naturaleza no hay absolutismos, por ningún lado; mientras que las creencias religiosas están plagadas de absolutismo por doquier.
Y por último una aclaración: el ateísmo no es lo mismo que el nihilismo. Un ateo no niega todo así porque se le ocurre. Un ateo no niega. El ateo analiza críticamente y busca respuestas a sus interrogantes, pero movidos por el afán de descubrir el mundo y no con el afán de imponer sus deseos o creencias sobre él.
Cuando dices que Dawkins se pone a "filosofar" pensando que hace ciencia y pretendes que está mal porque no es filósofo, queda en evidencia una cosa acerca de ti: no conoces los fundamentos e la ciencia, ni conoces aparentemente qué es pensar críticamente.
La ciencia es una actividad en la que se hace necesaria una filosofía. Si no fuera así, los científicos actuarían por simple imitación y se comportarían como autómatas. La filosofía es necesaria en toda actividad humana, porque si no es así, simplemente serás un seguidor de cualquiera y creerás cualquier cosa que te cuenten.
Un saludo.
La única diferencia entre la idea de Papa Noel y Dios es que nadie se viste del segundo =). Buen artículo.
has de ser gay o algo asi que no puedes entender a dios, y como soy gay huyes de la iglesia.
Como siempre, la cobardía de atacar como anónimo.
1. No soy gay.
2. Los conceptos de Dios y los religiosos en general son altamente contradictorios y escasamente acordes con la realidad.
3. Si quieres opinar, por favor, firma tu comentario con tu nombre, y trata de aportar algo interesante, no cualquier burrada.
Saludos.
Sinceramente encuentro muy mala tu comparación.
En tu hipotética sociedad sólo te pones en el lugar de que Santa Closs no existe, pero no en el de que sí existe ¿y si, en tu hipotética sociedad, Santa Closs realmente existía?
¿Por qué comparas los regalos de Santa Closs puestos por otras personas con milagros? ¿Quienes son las otras personas que ponen el milagro? Me imagino que te refieres a la explicación del milagro (regalo). La creencia no está limitada por la creencia en un milagro o no, es algo que va mucho más allá, es espiritual y, desgraciadamente para tí, algo muy abstracto (por lo cual te es difícil de comprender). Realmente es algo que hay que vivirlo para entenderlo. Si no lo has vivido estás en pleno derecho de dudar, es comprensible.
Me parece que comparar a Dios con Papá Noel (El Viejo Pascuero para Chile jeje)es algo demasiado aventurado y noto, entre tus palabras, un dejo de burla como queriendo decir que el que cree en Dios es tonto y el que es agnóstico es más inteligente porque hay que ser muy idiota para seguir creyendo en el viejo pascuero en la adultez(en tu hipótetica sociedad el imbécil que aún cree en Papá Noel representa al creyente, el resto es agnóstico, para mí está más que claro)
No, Dios no se parece a Papá Noel. No, el creyente no es tonto. Me pareció una vil y burda comparación que intenta ofender con disimulo.
Hasta luego, hasta el próximo año!
Hola, para nada quise decir que el creyente es tonto y el agnóstico no. Un niño que cree en Papá Noel no es tonto, simplemente crédulo y más propenso a creer en cosas que tienen una explicación diferente, más propensos a creer en la magia.
Quizás la comparación no sea perfecta, pero hay muchos elementos en los que ambos se parecen bastante.
Y con respecto a vivir la fe y eso, recuerda que durante 25 años yo fui creyente e incluso, muchas veces sentía cosas que me hacían pensar que estaba ante la presencia de Dios. La cuestión es que luego vi que en esos casos jugaban un papel muy importante mis deseos y el temor a lo desconocido y a la soledad, que la razón plena. Cambiar de forma de ver las cosas fue bueno en muchos aspectos para mí, y no fue doloroso ni tampoco fue algo motivado por el odio o la incomprensión. Yo ya estuve en ese lugar también. Además, tengo familia creyente (mis padres, hermano... etc.) por lo que no considero al creyente tonto. Si dijera eso estaría diciendo tonto a toda mi familia, a muchos intelectuales importantes y a mí mismo cuando creía. No hay burla en lo que digo, quizás sí un poco de ironía, pero simplemente es un recurso retórico y una forma de escribir.
Si me burlara caería en una gran actitud de ignorancia e incomprensión de la gente y sus creencias. No es así.
Un saludo y próspero año.
Publicar un comentario